Errotarriak

1.- LAMINITURRI

En la cantera de Laminiturri se han localizado 6 muelas de entre 50 y 100 cm de diámetro y espesores de 15 a 45 cm; este tamaño indica que en la zona se han fabricado piedras de molino desde época muy antigua, que probablemente se remonta al siglo X.

El topónimo está tomado de la cercana charca existente a unos 250 metros al este. Se estima que esta cantera tiene una extensión de 2 hectáreas.

En la parte superior de la cantera se puede apreciar restos de trincheras de la última guerra.

1.- EL OFICIO DE CANTERO MOLERO. EL HÁBITAT EN EL MONTE

El material pétreo para fabricar la piedras de molino o muelas se encuentra en lugares alejados de los núcleos de población, habitualmente en el monte o en la zona alta de los valles. Los canteros deben llegar hasta donde se encuentra la materia prima para trabajarla “in situ”.

Para trabajar utilizaban herramientas adecuadas, específicas como el pico de doble punta o escoda, instrumento técnico que ya se usaba en época romana, también usaban macetas, diversos cinceles, gradinas, almádenas, cuñas, pletinas, palancas, escuadras y compases. Dependiendo del tamaño y forma de la roca usarían una u otra herramienta. El cantero lleva muchos siglos practicando el mismo oficio, con la misma herramienta de generación en generación y por lo tanto el rendimiento de su laborioso trabajo lo tendría muy bien ajustado. Reconoce primero el tipo de roca, siendo su calidad la que marca la decisión de arrancarla del sustrato rocoso de una u otra forma, para luego trabajar durante varios días hasta lograr una muela que sirva para moler. La mejor roca es la arenisca, también el conglomerado y otras clases de rocas duras como las cuarcitas, vulcanitas, etc. La caliza no es apropiada para moler por fricción. En Zigoitia abunda la roca arenisca, muy buena para moler los diferentes cereales y el maíz. Vulgarmente le llamaban “piedra negra” en comparación con la blancura de la piedra de Trebiño.

El cantero tardaba alrededor de 10 días para lograr una buena muela de 130 cm de diámetro y 30 cm de espesor, por lo que pernoctaba en la propia cantera. En las canteras de Zigoitia se pueden reconocer algunos refugios donde vivirían los canteros durante su estancia en la montaña.

En el monte Oketa se han localizado diversos restos de herramientas y cerámica asociada a la labor cotidiana del trabajo en la cantera.

2.- KANTERATXIKER

En la zona de Kanteratxiker se han catalogado hasta 5 sectores moleros donde se han extraído rocas para elaborar piedras de molino desde época muy antigua, que probablemente se remontan al siglo X.

El topónimo indica que es una cantera pequeña o menor, en contraposición con la gran cantera situada en la cima del Oketa, situada a unos 1.000 metros hacia el noroeste, con la que mantendría alguna relación y con la que compartiría los mismos caminos para evacuar las muelas.

Las 24 muelas localizadas entre los 5 sectores tienen unos diámetros que van desde los 40a los 140 cm lo cual indica mucha atigüedad. La mayoría de las rocas están muy cubiertas de musgo.

Se aprecian restos de muros y amontonamientos de piedra que manifiestan la importante actividad que se desarrolló en la zona. En la parte superior de la cantera se puede apreciar restos de trincheras de la última guerra.

2.- LA ECONOMÍA QUE GENERABAN LAS CANTERAS

Una muela rota en un molino significaba la parada del ingenio molinero y por lo tanto no se producía harina hasta la reposición de la muela. Si ello se producía en invierno con el monte con nieve se complicaba más la avería, hasta que el cantero pudiera subir al monte a elaborar la piedra con la medida adecuada para ese molino. Las muelas eran muy caras y no se mantenían muelas de repuesto en el molino. Tampoco el cantero mantenía un stock de piedras porque las medidas eran cambiantes y cada molino las tenía de diferente tamaño, no estando normalizadas. En el siglo XVIII una muela costaba del orden de 15 ducados de a 11 reales, lo equivalente al coste de unas 8000 tejas o a 10 ovejas con sus crías. Normalmente se rompía la muela superior o volandera que era la que giraba a unas 60-80 r.p.m. Los molinos eran las máquinas de aquella época, siendo un bien de primera necesidad y una de las principales actividades económicas en la sociedad agricultora preindustrial.

Molino parado con la rueda rota

La duración media de una piedra de molino podía llegar a los 20 años, dependiendo de la cantidad de cereal que molia en cada temporada y del ajuste de la separación entre las dos muelas. Lo habitual es que la muela superior se desgastase uniformemente y cada cierto tiempo se paraba el molino, se giraba la piedra volandera para repicarla y obtener el afilado de los surcos. Los canteros tardaban entre 1 y dos semanas en elaborar una muela en la cantera, después se incrementaba el precio con el transporte, que podía suponer entre el 20 y 30% del valor de la muela y que se pactaba aparte.

No conocemos con seguridad la propiedad de las canteras en cada área por la insuficiencia de información. Sin embargo, puede deducirse que si los molinos, las ferrerías, los patronatos eclesiásticos y la mayor parte de las tierras cercanas estaban controlados por los linajes y por los monasterios, las canteras moleras no estarían libres de esa misma influencia y control.

3.- TÚMULO DE OKETA

3.- ZONAS DE EXTRACCIÓN DE ROCAS

Si en la zona existían rocas estratificadas se buscaban las fisuras y se atacaba por ellas, arrancando grandes losas que luego se trabajaban en áreas separadas, quedando como restos visibles el cantil y los montones de desechos cercanos.

Extracción en forma de trinchera (Pagazuri)

Cuando el sustrato no era tan visible o evidente, los canteros trazaban grandes surcos en forma de trinchera para seguir la veta del grosor de la losa que deseaban obtener.

El cantero requería de buenas dosis de conocimiento del entorno para obtener el mejor beneficio sin limitar el trabajo de los años sucesivos, puesto que era un oficio familiar y no se podía plantar ni esperar a que las rocas se criasen solas, al contrario de la gestión del ganado y del bosque.

Grandes montones de desechos (Pagazuri)

La explotación molera debía ser abandonada cuando el filón de buena roca se agotaba, debiendo localizar otra área para iniciar una nueva explotación que durase muchos años.

En la cantera activa no existía vegetación alguna. En ocasiones los desechos eran aprovechados posteriormente para ser usados como material de construcción (mampostería).

4.- CANTERA DE OKETA

Piedra de 50 cm

En la zona del monte Oketa se han catalogado hasta una veintena de sectores moleros donde se han extraído rocas para elaborar piedras de molino desde época muy antigua, que probablemente se remontan al siglo X.

Esta cantera es la más grande y visible de la zona, por la cantidad de desechos en forma de roca menuda que se puede apreciar en la ladera que desciende hacia el este. Se tienen noticias de que además se ha obtenido piedra para construcción. Hay restos de algunos pequeños refugios construidos con piedra seca, que puede ser posibles cabañas para poder pernoctar los canteros moleros, así como varias zonas aplanadas que son cargaderos de material. Diversos informantes han indicado que en esta cantera también se fabricaron piedras de afilar. El molino Olabarriko Errotea de Zeanuri (Bizkaia) compró una pareja de muelas de 130 cm de diámetro procedentes de esta cantera, que fueron adquiridas por el molinero Benito Pujana Emaldi el día 15 de marzo de 1945.

Se estima que la cantera de Oketa tiene una extensión de 3 hectáreas, donde se han encontrado hasta 3 muelas de entre 50 y 100 cm.

4.- FORMAS DE EXTRACCIÓN Y LABOREO DE UNA MUELA

Extracción directa desde el sustrato rocoso (según Grenne et al, 2011, modificado)

Para separar una losa de la matriz rocosa es necesario picar unas heridas o entalladuras en la propia roca, separadas como un palmo de distancia y después introducir unas cuñas, con o sin pletinas metálicas, y golpear fuerte para que la roca se desgaje. La arenisca es una roca muy dura y se parte por las marcas o heridas que se le ha hecho. Algunas veces se consigue distinguir las marcas de las entalladuras que se hicieron para introducir las cuñas y cortar la roca.

Cuando extraían directamente la roca del estrato entonces debían cavar una pequeña ranura en “v” alrededor del diámetro deseado, hasta una profundidad algo superior al grueso de la muela. Después se picaban las entalladuras para las cuñas y se introducían estas solapadas con pletinas para facilitar su desplazamiento, luego se golpeaba con la maza de forma alternativa sobre las pletinas hasta que la piedra se desprendía.

Perforación del ojo con puntero

Una vez desgajada la roca se llevaba a la zona más cómoda donde se acondicionaba el taller. Calzada la piedra se procedía a marcar su perímetro por una cara y se planeaba esa zona golpeándola con el pico, después en el centro se ejecutaba el ojo sin atravesar la roca en su totalidad, para que no se rompiese. Se procedía a dar la vuelta a la piedra para planearla por la otra cara y acabar el ojo central. Ejecutar el ojo central era la fase más delicada.

Se localizan muy pocas muelas rotas con el ojo acabado porque es la última fase del proceso de la elaboración.

Tallado el ojo central, la muela quedaba lista para el transporte hasta el molino que la había solicitado.

5.- ASKOR 1

En la zona de Askor se han catalogado hasta 4 sectores moleros donde se han extraído rocas para elaborar piedras de molino desde época muy antigua, que probablemente se remontan al siglo X.

El topónimo está tomado del extenso pinar de unas 90 hectáreas que existe en la zona de la ladera sur del monte Oketa.

Las 16 muelas localizadas entre los 4 sectores tienen unos diámetros que van desde los 60 a los 140 cm, lo cual indica mucha atigüedad. La mayoría de las rocas están muy cubiertas de musgo. Se estima que la cantera de Askor-1 tiene una extensión de 5 hectáreas, donde se han encontrado hasta 10 muelas.

Muy cerca de la cantera se localiza el mojón del Gison, de 2 metros de altura, que puede tratarse de un menhir prehistórico.

5.- LA EVOLUCIÓN DE LAS MUELAS Y LOS MOLINOS

Los cereales han sido y son la base de la alimentación humana y en parte de la alimentación animal doméstica. El grano es comestible pero no todo su volumen tiene el mismo valor nutritivo. Para que el grano se pueda transformar en harina hay que molerlo y con ello separar sus elementos de menor valor alimenticio.

Desde el Neolítico se ha utilizado la piedra como recurso y material abrasivo para moler los cereales, siendo la solución más adecuada porque se aprovechaban las rocas del entorno sin necesidad de efectuar largos recorridos para su acopio. Primero fueron pequeños molinos barquiformes, con movimientos lineales “de vaivén”, poco productivos, después se innovaron para hacerlos como molinos rotatorios, fabricados con pequeñas muelas que giraban una sobre otra (aprox. 30 a 50 cm) y esto permaneció casi inmutable durante muchos siglos. El rendimiento de un pequeño molino barquiforme es de unos 6 a 8 kilos de harina/día, dedicándole mucho tiempo y esfuerzo.

Las muelas rotatorias tienen dos piezas, la inferior fija (durmiente o “meta”) y la superior móvil (giratoria o “catillus”), que se accionaba manualmente. El rendimiento era el triple que el del molino barquiforme, consiguiendo de 20 a 25 kg de harina/día.

Con el aprovechamiento de la energía hidráulica fue aumentando el diámetro de las muelas mejorando su capacidad y rendimiento, llegando a necesitar piedras circulares superiores a 150 cm.

En el monte Oketa se han localizado tamaños de muelas que van desde 45 a 150 cm de diámetro.

A falta de hacer algunos estudios históricos o arqueológicos se estima como hipótesis que ya en los siglos X-XII se explotarían las canteras de Zigoitia.

Molino de Murua

Con la llegada e implantación del cultivo del maíz a mediados del siglo XVII, los molinos se duplican o especializan para moler cereal y maíz en dos áreas separadas. En el año 1802 se contabilizan 15 molinos en términos de Okarantza movidos por el arroyo Zubialde. En el importante trabajo de investigación realizado por Carlos Martín (Ruedas y molinos en Álava, 2003) se contabilizan hasta 49 molinos en Zigoitia.

A mediados del siglo XX se calcula que un molino en producción, con muelas de 150 cm de diámetro, podía obtener algo más de 3.000 kg de harina/día.

6.- GIZON DE OKETA

6.- GEOLOGIA

Al inicio del periodo Cretácico, hace unos 145 millones de años la mayor parte de la actual Euskal Herria estaba sumergida bajo aguas marinas. 15 millones de años más tarde la cuenca vasco-cantábrica perdió profundidad elevándose y en la zona se formó un mar cálido tropical.

Hace 120 millones de años en ese mar tropical los ríos del sur vertían hacia el norte gravas, arenas y limos, además separados de la costa se formaron arrecifes coralinos. En la línea de costa dejaron sus huellas los dinosaurios.

Hace 100 millones de años se produjo un hundimiento de la cuenca sedimentaria de ese mar tropical, comenzando la deposición secundaria de sedimentos que formaron el actual flysch costero.

Los sedimentos se siguen depositando en capas y durante 60 millones de años continúa el proceso de endurecimiento en forma de roca.

La placa Ibérica continúa moviéndose en sentido contrario a las agujas del reloj y es empujada desde el sur hacia la placa Euroasiática con la que choca hace unos 40 millones de años. Es la orogenia Alpina, se levantan los sedimentos que estaban bajo el mar y se pliegan, formando los actuales montes de la cornisa cantábrica y Pirineos. Entre los pliegues se forman los lagos de Treviño y del Ebro.

Las arenas petrificadas del macizo del Gorbeia se elevan por encima de las calizas arrecifales (Itzina).

La erosión producida por el paso del tiempo muestra la situación actual formando un paisaje singular de perfiles alomados hacia el sur, con una franja de areniscas del Cretácico Inferior que recorre en dirección SE al NW desde el monte Oketa hacia el monte Oderiaga atravesando los montes Aratza (Zigoitia-Zuia), Gorbeiagane (Orozko-Zeanuri-Zuia) y Berretin (Zuia).

Las rocas areniscas han sido utilizadas desde época prehistórica tanto para construir monumentos megalíticos, como para fabricar ruedas de molino y también como materia prima para levantar diversas edificaciones. Colindantes a las areniscas se pueden apreciar bandas de calizas arrecifales, como restos del antiguo mar tropical.

7.- ASKOR 2-3

En la zona de Askor se han catalogado hasta 4 sectores moleros donde se han extraído rocas para elaborar piedras de molino desde época muy antigua, que probablemente se remontan al siglo X.

El topónimo está tomado del extenso pinar de unas 90 hectáreas que existe en la zona de la ladera sur del monte Oketa.

Piedra de 110 cm de diámetro

Las 4 muelas localizadas en este sector tienen unos diámetros que van desde los 60 a los 110 cm, con espesores variables de entre 15 y 25 cm. La mayoría de las rocas están cubiertas de musgo. Se estima que la cantera tiene una extensión de 1,5 hectáreas.

7.- EL TRANSPORTE DE LAS MUELAS. ANTIGUOS CAMINOS

La roca arenisca del Gorbeia tiene una densidad de aprox. 2,4 g/cc, lo cual indica que una muela con un diámetro de 100 cm y 20 cm de espesor alcanza un peso de unos 400 kg. Una muela de 140 cm del mismo espesor duplica esa cantidad.

Manejar y cargar una muela en una “lera” (narria) o en un carro era una labor complicada que podía acabar con la roca fragmentada si no se manipulaba y colocaba de forma adecuada para evitar la caída en el transporte. En ocasiones se manejaban artilugios fabricados “in situ” con ramas para el transporte a ras del suelo, denominados como horquillas, puercas o “ahardiak”. Bajo la piedra colocaban helechos o ramas para amortiguar los impactos en el viaje.

Los canteros disponían de herramientas con las que podían adecuar los caminos en el monte para poder descender las pesadas cargas hasta el valle. Muchos de los antiguos caminos han quedado en desuso pero aún se pueden apreciar a media ladera en la zona de Oketa, Aratza o Pagazuri, puesto que su anchura es de cerca de 2 metros (7 pies o 1 toesa ) o incluso algo superior.

Cuando la ladera de la montaña era más suave se utilizaban carros tirados por bueyes para poder manejar cargas importantes, por ejemplo para llevar dos muelas a la vez.

Con los mapas de cartografía derivada se pueden visualizar los caminos y otras estructuras, tales como las trincheras o las carboneras, recubiertos por vegetación que en las ortofotos normales no se aprecian.

Varias de las canteras descubiertas en la zona lo han sido siguiendo el trazado de algún antiguo camino que aparentemente no llevaba a ninguna parte. Los pastores no hacen esos caminos ni tampoco los carboneros los necesitaban tan amplios, por lo tanto el trazado que ha quedado marcado lo debieron ejecutar los canteros con mucho esfuerzo y un buen reconocimiento previo del terreno.