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Ganadores del concurso para la restauración y ampliación del complejo Bengolarra

Exposición En el Centro Socio-Cultural. Se dieron a conocer los resultados del Concurso de proyectos para la restauración y ampliación del complejo edilicio Bengolarra, una convocatoria organizada por el Ayuntamiento de Zigoitia que invitaba a profesionales arquitectos a desarrollar propuestas para reformar los equipamientos deportivos del sector y mejorar la accesibilidad de las instalaciones, permitiendo albergar nuevos usos y creando un nuevo espacio más sostenible, moderno, abierto y accesible para todos y todas.

El edificio Bengolarra es un equipamiento deportivo público que incluye un servicio de piscinas municipales. Se trata de un edificio antiguo, construido en 1950, que en la actualidad cuenta con importantes problemas de adaptación para prestar los servicios públicos necesarios y cumplir con los requerimientos de accesibilidad. Como objetivos específicos, el concurso buscaba la definición conceptual, arquitectónica y programática del edificio Bengolarra, así como su integración con el entorno. También solicitaba la ampliación de la zona de vestuarios, la reforma del bar anexado a las piscinas, la construcción de dos salas polivalentes con una superficie mínima de 100 metros cuadrados, la eliminación de las barreras arquitectónicas existentes y el cumplimiento con la normativa vigente entorno al ahorro energético, resolviendo de mejor modo los requerimientos funcionales, representativos, estéticos, de relación con el entorno urbano y presupuestarios.

En la primera fase de ideas se seleccionaron los cinco proyectos mejor valorados de los cuales finalmente se determinó como ganadora la propuesta presentada por la arquitecta Bárbara Silva Gil y el arquitecto Ignacio Lafuente Sáez (Lafuente Silva Arquitectos). Según los jurados, el proyecto “Plantea una acertada imagen de calidad, integrada en el entorno y con la escala humana. Así como también recupera el protagonismo del parque, creando un zócalo sobre-elevado que unifica toda la propuesta y consigue una buena respuesta a la complejidad del programa”.

Deambular para el encuentro, caminar acompañado, recogerse bajo la lluvia, de manera segura y accesible en un espacio lo más vinculado posible con la naturaleza (recuperar el protagonismo del parque). Un programa variado para dinamizar el conjunto urbano, que conecta, el eje de servicios municipales, con la sala polivalente y el bar-restaurante como puertas urbanas.

Un porche se presenta como una extensión del edificio, que configura el espacio público, unifica la cota de planta baja y se convierte en el elemento de cohesión social para potenciar la relación de los niños que juegan en el parque con la gente mayor que va y viene. Un nuevo eje comunicador (este-oeste) que puntualmente se perfora para respetar la vegetación existente.

Se reforma el interior del edificio y su circulación vertical, mejorando la accesibilidad y el funcionamiento. El acceso al edificio queda filtrado por elementos verticales de fachada, dispuestos frente a la plantación de árboles como un eco de éstos, que al mismo tiempo sirven de estructura portante y protección solar.

Materiales naturales y reciclados como el hormigón, el acero, la madera y el vidrio son los protagonistas. A caballo entre dos mundos, vibrando entre la calle que no quiere entorpecer la visión del parque y el parque que quiere acercarse y encontrar su telón de fondo como filtro al edificio.